EL FUTURO DEL GAS NATURAL EN GALICIA
La energía es una necesidad vital en los países industrializados y sobre todo en aquellos que están en vías de desarrollo. China, India y Corea del Sur aparecen a diario en los noticieros del sector energético demandando ingentes cantidades de gas natural a los países productores de su entorno geográfico como Rusia, Omán, Irán, Indonesia, Emiratos Arabes, etc.
Las nuevas infraestructuras energéticas de estos países se orientan principalmente hacia la utilización de centrales térmicas de ciclo combinado (CTCC) las cuales queman gas natural. Estas plantas son menos rentables que las de carbón, pero tiene la ventaja de que son más fáciles de instalar, necesitan poca mano de obra y además generan menos CO2 que las de combustibles fósiles de carbón y las de derivados del petróleo.
También los países desarrollados están demandando este combustible como complemento o alternativa a los tradicionales, aunque de forma más pausada. Si estos países se localizan en lugares muy alejados de las regiones productoras de gas natural, el transporte del mismo mediante gasoductos, sistema más barato, no es viable y entonces el transporte tiene que hacerse en grandes buques gaseros, para lo que previamente el gas natural deberá licuarse a una temperatura criogénica de -160 ºC . Este gas natural licuado (GNL) se descargará en la zona de destino-consumo en plantas de almacenaje y regasificación en donde se devuelve al gas su forma natural en estado gaseoso para inyectarlo en la red de gasoductos para su distribución.
El aprovisionamiento de GNL en España se realiza por gasoducto (40%) por el sur de la península(de Argelia) y por el norte (de Francia) así como por barcos gaseros (60%) en forma de GNL. Prioritariamente y por razones contractuales, se consume primero el gas natural que se recibe por gasoducto y luego se complementa con el gas almacenado en pozos subterráneos y con el de las plantas regasificadoras, fundamentalmente en los períodos de fuerte demanda. En España existen plantas de almacenaje y regasificación en Barcelona (la más antigua) Cartagena, Huelva, Sagunto y Bilbao, a las que se sumarán las de Ferrol y Gijón. En un futuro próximo, España tendrá un segundo gasoducto, en construcción, entre las ciudades de Oman (Argelia) y Almería, de nombre MEDGAZ, impulsado por CEPSA, (su presidente nunca quiso entrar en el negocio del GNL por su carácter especulativo y por la inseguridad de su aprovisionamiento), el cual reducirá la necesidad del GNL. También debemos señalar que este gas almacenado en las plantas regasificadoras no es para consumo exclusivo de los españoles pues es muy normal que los tanques de GNL españoles se “vacíen”, de vez en cuando, para suministrar el gas natural regasificado, vía gasoducto, a Francia por ejemplo, como ya ha ocurrido varias veces.
La demanda de plantas de regasificadoras en España también tiene su connotación política, pues nadie entiende en el sector la necesidad de la planta de Ferrol ya que Galicia no es consumidor de gas (menos del 2% del gas consumido en España) como para justificar una planta regasificadora en la región y menos aún en el sitio en donde se ubica. Estos días se produjo un record en el consumo de gas debido a la ola de frío y según la web de ENAGAS la autonomía que más gas demandó fue Cataluña (22%), seguida de Madrid (11%), Andalucía, Valencia y Bilbao con un 10%. En la cola están Asturias, Cantabria y Galicia con menos del 2%. Por eso, los amigos de la empresa gasista de Punta Promontoiro están cacareando en los medios para que les dejen “exportar” el gas a la meseta. No se comprende que el Principado de Asturias impulse en estos momentos una nueva planta cuando la de Ferrol está pidiendo a gritos que le dejen inyectar el gas a la red nacional pues de lo contrario no podría sobrevivir comercialmente.
Se comenta en los medios, que el GNL se necesita para generar energía eléctrica en los futuros Ciclos Combinados que se proyectan instalar en nuestra autonomía, a pesar de que la red de gasoductos actual podría abastecer la demanda de estos ciclos combinados. Debemos remarcar que Galicia no es deficitaria, ni mucho menos, de energía eléctrica ya que produce casi el doble de los kW.h que necesita. Entonces, ¿para qué se están construyendo estas plantas de ciclo combinado y de regasificación de GNL?. Si es para exportar esta energía nos hacemos un flaco favor pues además de derrochar energía por pérdidas en el transporte (un 5% de media y hasta un 10% en largas distancias), no están esquilmando nuestro bonito paisaje con la contaminación que producen, además de exponer a un riesgo innecesario a una población de más de 100.000 habitantes, que reside a unos pocos metros de la planta de gas. Tampoco se comprende la actitud de los conselleiros de la Xunta cuando piden al gobierno central unas compensaciones por ser una región productora de energía tal como lo hizo el Partido Popular en mayo del 2004 según recojo del los medios “compensación económica por ser una región exportadora de energía y tener que asumir unos altos costes medioambientales
El futuro energético de Galicia debería ser basado en una racionalización de los recursos actuales, utilización y potenciación de las energías renovables, en el ahorro energético y mejora de las redes de distribución en baja tensión, tan deficitarias en la Galicia rural. Si la regisficadora de Ferrol es para suministrar gas a los gallegos, entonces, ¿podemos pensar que se van a construir las canalizaciones necesarias para llevar el gas a los miles de pueblos de Galicia? ¿o harán lo mismo que con las líneas de baja tensión?, es decir: nada. Los que están a favor de la planta deberían contestar a los interrogantes de este artículo. El debate es sano. El silencio de los medios de comunicación en este tema tan vital para Ferrol corrompe y pudre al sistema democrático.